La publicidad engañosa es aquella que, de cualquier forma puede inducir a error a sus destinatarios o afectar su comportamiento económico.
Algunos casos de la publicidad engañosa son:
-Mensajes publicitarios que incluyen condiciones del tipo «oferta válida hasta fin de existencias». Esto puede considerarse como una oferta confusa para el consumidor.
-Uso de letra pequeña o ilegible en los anuncios, o incluso cuando pasa demasiado rápido, con la intención de que el destinatario no los perciba.
-Publicación del precio sin IVA en el anuncio, con la finalidad de que el destinatario vea un precio más bajo y por lo tanto más atractivo.
-Omisión de datos fundamentales que puedan influir en la decisión del consumidor. Por ejemplo, temas relacionados con la peligrosidad, el precio final…
-Ejecución de promesas que después no se cumplen. Por ejemplo, la promesa de «entrega en 20 minutos a domicilio» que no es cumplida por el proveedor con la excusa de que «existe sobredemanda del producto».
-Exageraciones acerca de los beneficios del producto. Por ejemplo, aquellos mensajes de ciertos productos que supuestamente curan todo tipo de enfermedades.
-Presentación de publicidad en forma de mensajes informativos, artísticos o creativos.
Que no te tomen el pelo 😉